Mañana será tarde.

Primero fueron los Controladores Aéreos,
pero como era un colectivo pequeño y
nos dijeron que sus sueldos eran escandalosamente elevados,
a nadie importó que el Gobierno, a golpe de decreto y conculcando
derechos constitucionales, laborales (Estatuto de los Trabajadores) y
sociales, les redujera su salario y empeorara sus condiciones, logradas
en justa negiciación colectiva ...
Luego fueron los Funcionarios Públicos,
pero como a pesar de ser muchos y variados (policías, militares, protección civil, maestros, médicos, etc),
tenían un puesto fijo, frente a cuatro millones de parados, y otros tantos con contratos precarios,
tampoco importó que les redujeran el sueldo y les congelaran el convenio ...
Después llegó el E.R.E. de Telefónica,
y si bien al Gobierno le molestó "un poco" que la mayor empresa del país
despidiera 6.500 trabajadores, el "enfado" se le pasó cuando la empresa
accedió ha hacerse cargo del coste del despido (y así lo manifestó el presidente en funciones
en su comparecencia de control al gobierno del 8 de junio),
y como hay muchos que nos quejamos y reclamamos a Telefónica ... a nadie importó...
... ... ...
Hoy el gobierno aprobará en consejo de mini-ministros una nueva reforma laboral,
que sin contentar a unos (patronal) ni a otros (nosotros), supondrá un paso más hacia atrás
en los beneficios sociales que tanto ha costado conseguir ...
y aunque entonces a todos o a muchos nos importe, ya será tarde ...
será tarde porque tristemente habremos aprendido
que no hay que esperar a que las injusticias nos toquen el bolsillo,
el movimiento, como dice el dicho: "se demuestra andando", y en este caso
no basta con irse a Sol ...
En fin qué esperar del triunfo absoluto del "buenismo", sino una sociedad civil
adormilada amodorrada y sin capacidad de reacción.