¡Por fin es viernes!, y hoy más, es el último viernes de julio. Esto quiere decir que la mayoría de los que no han tenido la suerte de disfrutar de las vacaciones en este mes, podrán hacerlo a partir de ahora, eso sí, con casi toda seguridad un 20% más caro. Claro que muchos, por necesidad no pueden elegir. Otros, (como servidor este año), nos va a dar igual el mes, ya que más que vacaciones vamos a tener cambio de actividad: en vez de llevar a los niños al cole los llevaremos a la playa, al campo, o a casa de los abuelos. Este año, para desgracia de muchos, hasta los políticos amenazan con no salir de vacaciones, incluso algunos llegan al atrevimiento de anunciar que van a seguir trabajando durante todo el mes.
En cuanto a esto último, no quiero caer en el tópico recurrente de la inutilidad del "homo políticus", alguno hay que pese a todo, se toma su trabajo en serio, e incluso trabaja por el bien común ( o como decían los clásicos, por la "res publicae"), son pocos en apariencia, los medios se ocupan de airear y difundir las maldades de todos, sea cual sea su color. La mayor parte de los que como decía realizan una labor en pro de la comunidad en la que viven, tienen en común, según mi conocimiento los siguientes elementos: formación (se trata de personas cualificadas, académicamente), juventud (entre 25 a 35 años), capacidad de diálogo, y lo más importante: no ostentan cargos de responsabilidad de alto nivel, ni en el partido, ni en la vida pública.
Claro, con este perfil, no es que sean pocos, es que no se conocen. Vienen a ser lo que en las grandes corporaciones se conoce como técnicos, es decir aquellos que realmente saben lo que tienen entre manos, los que realmente trabajan, o sea para que no quede duda, ni son los jefes ni son los líderes.
A todos estos políticos (y técnicos), ¡felices vacaciones!
A los otros, mejor ni hablar, y parafraseando a aquellos insignes humoristas (Tip y Coll), la próxima semana: ¡hablaremos del Gobierno!
Ciertamente son los técnicos como bien dices los que tienen la cualificación necesaria y adecuada para solucionar los problemas de la gente. Los políticos no sólo no tienen los conocimientos ni la formación acecuada sino que además son fácilmente sobornables por las grandes corporaciones que son las que realmente tienen el poder. Los políticos no tienen la culpa simplemente están ahí y no saben hacer otra cosa. Mientras sigamos dándole nuestro apoyo a unos o a otros seguiremos permitiendo que unos u otros sigan haciendo lo que no deben hacer. Tenemos que evidenciarlos y denunciarlos y dejar de apoyarlos para que se den cuenta realmente que ni unos ni otros se merecen representarnos
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